Por Juan Tomás Valenzuela
Se llevaron uno a uno
a los activos del CESA,
antes del corte sorpresa
al cableado inoportuno.
Los que estaban en ayuno,
aún sin buscarse nada,
ahora ven como es mochada
su carrera militar,
por culpa de algún fatal
de conducta descarriada.
Tal vez fue retaliación
o nada más sabotaje,
pero el corte del cableaje
del aeropuerto en cuestión,
me dá más de una razón
para pensar que esta gente,
anda tras del presidente
con no buenas intenciones,
por sus últimas acciones
contra los cuerpos castrenses.
No hace mucho vi un letrero
en el que los militares,
velando por sus altares
piden respeto primero.
Pero hay tantos bandoleros
dentro de las propias filas,
y tanta la retahíla
de delitos perpetrados,
que peligra el mismo Estado
si el cuerpo no se aniquila.
La guardia está tan dañada
desde sus propios cimientos,
que ya nadie les cree el cuento
de “Honor” y de “Patria amada”.
Si esta vez no es reformada
de los pies a la cabeza,
nos darán una sorpresa
el jueves menos pensado,
aunque aquí, un golpe de Estado
no cabe en cualquier cabeza.
Juan de los Palotes
26 mayo 2021